Historia de la buena acción 

Un publicista americano, el señor Boyce, en el final del otoño de 1909 tenía dificultades para encontrar una dirección, se acerco a una lámpara para pensar y de la nada llego un muchacho u le ayudo a encontrar la dirección, cuando Boyce le iba a dar unas monedas como propina, el muchacho no las acepto porque él era Scout, Boyce asombrado le pregunto acerca de que eran los Scouts, el muchacho le respondio y lo llevo ante Baden-Powell, tiempo después pero el señor Boyce llevo el escultismo a su país de origen. 

la pregunta es ¿Qué pasó con el muchacho que ayudó a Boyce? 

Nadie lo sabe. Nadie volvió a oír de él. Sin embargo, nunca se le olvidó: los Scouts de Estados Unidos regalaron al Centro Internacional de Adiestramiento, el Parque de Giwell, en Inglaterra, una hermosa estatua de una búfalo americano con una simple inscripción que dice: 

"Gracias al Scout desconocido quien en su lealtad al diario cumplimiento de la Buena Acción, hizo posible traer el Movimiento Scout a los Estados Unidos de América. 

Una Buena Acción a un hombre, se transformó en una Buena Acción para millones de muchachos.